Hola, me llamo Mara y vivo en la casa de estudiantes Pakashka Sacha desde hace un mes. La casa está en plena naturaleza, lo que la convierte en un lugar muy especial para mí. Dormirme con los sonidos del bosque por la noche y que me despierten es algo que no me gustaría perderme.
Cada día en la casa de estudiantes me aporta nuevos conocimientos y experiencias valiosas. He aprendido a utilizar machetes (aunque todavía necesito mucha práctica :)), a cortar un pollo o a cocinar arroz para que no se pegue. En las conversaciones sobre música, física o política, aprendo muchas palabras nuevas en español y, a cambio, intento incorporar algunas palabras en alemán.
Además de vivir en la casa de estudiantes, trabajar en la escuela de la Comunidad «Puka Urku» también forma parte del proyecto. Desde enseñar inglés y matemáticas hasta hacer bisutería y construir casas para ranas junto al río, la vida cotidiana en Puka Urku nunca es aburrida. Aunque trabajar con los niños suele ser difícil y requiere mucha paciencia, sus sonrisas me demuestran que merece la pena!
Estoy loca de alegría por formar parte de este proyecto y espero con impaciencia el tiempo que nos queda por delante juntos. Para decirlo con las palabras que me enseñaron aquí: ¡Muy posi! 🙂